domingo, 2 de junio de 2013

Reflexiones a partir de la Morfología

Hablar de la morfología entre colegas de Comunicación resulta un tema que nos despierta la curiosidad y el afán de leer y aprender algo más de lo que ya conocemos. Pero, hablar de morfología entre los jóvenes usuarios del idioma y siendo especialmente alumnos en etapa escolar significa un verdadero reto pues el equilibrio entre aprender este nuevo tema y el interés que tienen los jóvenes por saber un poco más de su lengua, depende de un finísimo hilo que le toca al profesor de Comunicación (Lenguaje) saber hilvanar y mantenerlo firme.
Lo que pasa es que hoy en día, los jóvenes necesitan de algo más que el término (morfología) y en verdad, en esta situación, se hace necesaria la llamada lingüística del texto en la que el docente puede aprovechar la contextualización de las palabras (además de palabras de su entorno) para enriquecer en ellos la noción de estructura de la palabra.
Se les ha enseñado siempre la naturaleza y el significado de raíces como "prefijo", "sufijo", "infijo", "morfemas", "lexemas", etc. y algunos los han guardado eficientemente en su memoria escolar. Pero cuántos son conscientes de su relevancia, de que muchas veces las emiten sin tener conciencia de que las están emitiendo? Esto nos deja pensando y nos tiende al desafío de hacerles aprender y practicar la estructuración de palabras y quizás "de nuevas palabras juveniles" para anclar en ellos un nuevo interés por lo novedoso y utilitario que le puede resultar ser.
Ahora, cuán importante es reconocer la riqueza de nuestro idioma. Muchos alumnos me comentan "Profesor, debe de ser más fácil que un inglés aprenda a hablar nuestro idioma que nosotros el inglés". Yo capto el mensaje pero aún así les pregunto: "¿Por qué? Porque nuestro idioma tiene muchas flexiones, muchos morfemas; en inglés sólo basta una palabra para todas las flexiones. Buen punto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario